“Under the Dome” muestra el enorme problema de China
La “niebla” que cubre China casi todos los días solía considerarse un fenómeno meteorológico natural que no se podía evitar.
Pero desde 2012, las palabras “smog”, “PM2.5”, “contaminación del aire” y “partículas finas” se han convertido en análogas a la lucha de una nación contra un enemigo invisible que amenaza la salud pública.
Para la periodista de televisión Chai Jing, el momento revelador llegó cuando a su hija no nacida le diagnosticaron un tumor benigno y necesitaba una operación inmediatamente después del nacimiento. Quería encontrar las posibles causas y dar sentido al aumento general del cáncer y las enfermedades respiratorias en China. La tasa de mortalidad por cáncer había aumentado un 465% en la última década; debe haber alguna forma de explicar esas cifras (se aseguró de mencionar el tabaquismo y el envejecimiento como factores).
El resultado de su investigación es el documental independiente Under the Dome. Con un estilo similar al de Una verdad incómoda de Al Gore, su documental combina entrevistas con expertos de la industria, médicos y funcionarios del gobierno, imágenes desgarradoras y su presentación de un desfile incesante de hechos que muestran el desastre de la calidad del aire en China. Compara la vida en la China actual con vivir en una cámara experimental a cielo abierto, un experimento espantoso que mide los efectos de la contaminación del aire en una nación entera.
Cuando su película se estrenó en Internet en 2015, fue vista más de 300 millones de veces antes de que el gobierno chino interviniera y la retirara. En otras partes del mundo, todavía está disponible en YouTube con subtítulos en inglés.
Partículas finas: el enemigo invisible
El problema de la contaminación atmosférica es que las partículas finas más peligrosas para la salud humana son imposibles de ver a simple vista. Las partículas PM2,5 también son demasiado pequeñas para las defensas naturales del organismo. Pueden pasar por las fosas nasales y la zona de la garganta (a pesar de la tos) y llegar a los pulmones, y las partículas más pequeñas pueden incluso entrar en el torrente sanguíneo y causar estragos en el sistema. Ni siquiera los mejores mecanismos de defensa naturales del organismo serán suficientes para derrotar a estas partículas fortificadas con metales pesados tóxicos. También es una guerra dentro del cuerpo.
En las principales ciudades de China, los niveles de contaminación del aire caen constantemente en la categoría de peligrosamente altos. Durante un día entero, Chai Jing llevó consigo una bomba especial que contenía un disco de carbón activado para medir la cantidad de contaminantes en su entorno inmediato. El disco de carbón blanco se volvió negro como el negro más oscuro.
La exposición diaria a estos contaminantes tiene efectos sobre la salud, algunos inmediatos y otros que se van acumulando con el tiempo. Los estudios muestran que las personas expuestas al aire contaminado son más propensas a sufrir complicaciones respiratorias, inflamación del sistema respiratorio, problemas cardíacos y problemas cardiovasculares. Cuanto mayor es la contaminación por partículas finas, mayor es la tasa de mortalidad, según los expertos. Los niños y los ancianos son los que corren mayor riesgo.
Algunas madres se preguntan si pueden exponer a sus hijos a temprana edad para que se “adapten”, explica Chai Jing, pero la evidencia médica dice lo contrario. La única manera de proteger a los niños es reducir su exposición. Por eso mantuvo a su hija encerrada durante medio año, “como una prisionera”, dice. “En algún momento, comenzará a preguntarse por qué”.
Desarrollo económico vs. protección del medio ambiente
En un momento en que otros países industriales dieron un paso atrás en el consumo de carbón e implementaron normas de emisiones, además de recurrir al petróleo y al gas natural como combustibles más limpios, China tuvo que ponerse al día y centrarse en el desarrollo económico. Como país grande con necesidades energéticas crecientes, China quema entre tres y cuatro veces más combustibles fósiles que Europa. En 2013, China quemó más carbón que todo el mundo en conjunto.
Pero lo que es aún más preocupante para Chai Jing y sus fuentes son las reacciones químicas entre los contaminantes de la quema de carbón y petróleo que no tienen dónde ir a la atmósfera.
China debería aprender de la historia, ya que otras naciones se enfrentaron antes a este problema de contaminación. Inglaterra solía ser un peso pesado de la minería y los británicos vivieron del carbón durante décadas. Pero cuando un frente de aire frío atrapó todo el hollín y las partículas debajo el 5 de diciembre de 1952, la Gran Niebla de Londres paralizó la ciudad y se cobró 12.000 vidas.
En China, tal vez aún no esté prevista una renovación total de la industria energética, pero en lugar de quemar lignito de baja calidad (carbón pardo), China podría lavarlo primero para reducir las emisiones a la mitad.
Chai Jing lleva a sus espectadores por la carretera para ver fábricas de acero, obras, tráfico en hora punta, puestos de control en las autopistas. Expone que la protección del medio ambiente es una broma, que las etiquetas ecológicas no significan nada y que existe una confusión general y una incapacidad para hacer cumplir los bajos estándares existentes. "Necesitamos una mejor gestión", dice su fuente.
Las fábricas tienen libertad para hacer lo que quieran. “¿Cómo podemos cerrarlas?”, pregunta un miembro del personal del ministerio, explicando que cientos de miles de personas dependen de sus empleos.
Mejor calidad del aire en el futuro
Sin embargo, Under the Dome termina con una nota esperanzadora. La ciudad de Los Ángeles, que en su día fue un símbolo de la terrible contaminación, ha reducido las emisiones en un 75%, aprobando leyes estrictas y aplicándolas. Londres redujo la contaminación del aire al reemplazar el carbón por petróleo y gas natural. Sí, se perdieron empleos en la minería, pero surgirán nuevas industrias y oportunidades laborales. China tiene que dejar de subsidiar a las industrias atrasadas, dice Chai Jing. “China necesita adoptar el petróleo y el gas natural. Solo entonces tendremos un aire más limpio”.
Chai Jing aboga por una ciudadanía informada y por la promulgación de nuevas leyes de protección del medio ambiente. A nivel individual, Chai Jing hace un llamamiento a los espectadores para que dejen los coches en casa siempre que sea posible, denuncien los casos de contaminación, ayuden a mejorar las pequeñas empresas (su ejemplo fue la instalación de un purificador de aire en el tejado de un restaurante) y den pequeños pasos hacia una China más sana y menos contaminada.
Sería genial si algunos niños que crecen en China pudieran ver las estrellas por la noche.
Crédito de la fotografía: VT Polywoda/Creative Commons
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