MCS: ¿sigue siendo un problema?

En AllerAir, a menudo recibimos preguntas sobre enfermedades ambientales y sensibilidades químicas.
Quienes no se ven afectados por las sustancias químicas cotidianas podrían descartar por completo la idea de un trastorno de sensibilidad química. Otros necesitan más evidencia o investigación.
En la comunidad médica, se han publicado muchos estudios, teorías y sugerencias de tratamiento, pero hasta la fecha, no existe una definición oficialmente reconocida de sensibilidad química múltiple o “intolerancia ambiental idiopática”, como se la conoce en algunas organizaciones.
Podría deberse a que los síntomas pueden variar de persona a persona, o a que hay muchos desencadenantes diferentes y cada caso puede ser diferente de otro.
Pero para quienes padecen SQM, la sensibilidad química es muy real y, a menudo, debilitante.
El SQM es una enfermedad crónica que puede causar fatiga, dolores de cabeza, náuseas, alteraciones del estado de ánimo, problemas gastrointestinales, dolor muscular y articular, síntomas gripales, problemas respiratorios y erupciones cutáneas, entre otros. Según Environmental Illness Resource, también suele ir acompañado de otras afecciones, como el síndrome de fatiga crónica y la fibromialgia.
¿Qué causa los síntomas del SQM?
Como hemos señalado en nuestra página web sobre MCS , los desencadenantes varían de una persona a otra, pero a menudo incluyen perfumes, vapores de diésel, productos de limpieza, pesticidas, productos nuevos como alfombras, muebles o productos electrónicos y muchos más.
Esto dificulta la vida diaria. ¿Ir a una tienda a comprar algunas cosas? No, gracias. ¿Renovar la casa para darle más estilo? Mejor no. ¿Beber un vaso de agua? El cloro que contiene podría causar una reacción. Incluso pequeñas cantidades de sustancias químicas o vapores ofensivos pueden provocar una reacción adversa, que puede durar mucho tiempo después de terminar la exposición. Evitarlo es clave, pero no siempre es posible.
MCS en las noticias
El SQM afecta a aproximadamente el 3 % de los canadienses y al 12,6 % de los estadounidenses, según un estudio de 2004. Dado que el SQM no es una afección reconocida, puede ser difícil obtener apoyo y aceptación, como lo demuestran las siguientes noticias. Estas aparecieron tras una simple búsqueda de noticias sobre el SQM.
- Un padre intenta recaudar dinero para ayudar a su hija con alergias a materiales sintéticos.
- Una mujer se ve obligada a abandonar su hogar por un trastorno de sensibilidad química
- La vida con MCS: la historia de un hombre sobre un divorcio desagradable y sensibilidades químicas.
Parece que la evidencia está por todas partes. Podría estar en un centro comunitario local, donde los carteles proclaman "Cuidado, sin perfume, por favor", o en una evidente tendencia hacia productos más naturales y sin perfume en los estantes de las tiendas.
Lo que puedes hacer
Si tienes la suerte de no estar expuesto a sustancias químicas (aún), muestra tu apoyo a quienes sí lo están. Evita productos con fragancias y opta por opciones sin tóxicos. Reduce tu exposición a sustancias químicas lo máximo posible, ya que se sabe que esta afección crónica se desarrolla con exposiciones mínimas a largo plazo.
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