5 hábitos que perjudican la calidad del aire interior

5 Habits that are Bad for Your Indoor Air Quality

Ya empiezan las clases, pero el calor nos obliga a pasar más tiempo al aire libre y a mantener las ventanas abiertas siempre que podemos. Sin embargo, esto no significa que estemos a salvo de la mala calidad del aire interior en casa. De hecho, el aire interior puede estar más contaminado en verano que en invierno. Las razones incluyen la alta humedad, la acumulación de contaminantes, los pesticidas y los COV.

Hay ciertos hábitos en particular que ponen en riesgo nuestra salud y bienestar en verano y otoño, pero tomar conciencia y hacer algunos ajustes en estos hábitos pueden ayudar a combatir la mala calidad del aire interior en esta época del año.

Olvidarse de controlar la humedad

En invierno, es fácil preocuparse por los niveles de humedad, ya que una humedad baja puede provocar irritación y molestias nasales. En verano, la humedad suele ser alta y puede filtrarse al interior a través de ventanas abiertas y grietas en el edificio.
El problema es que los altos niveles de humedad pueden provocar la aparición de moho y numerosos problemas de salud. Suele comenzar en el sótano, donde las paredes frías reaccionan al aire caliente o a la tierra saturada que rodea la casa, lo que provoca condensación y un aumento de la humedad.
Los niveles de humedad deben mantenerse entre el 40 % y el 60 % en verano, y no deben superar el 60 % antes de que la aparición de moho se convierta en un problema. La mayoría de las casas necesitan un deshumidificador en el sótano para regular la humedad, pero una mayor circulación del aire y la supervisión también ayudan.

Dejar de lado el programa de limpieza habitual

Ya lo entendemos, todos estamos ocupados y a veces la limpieza queda relegada a un segundo plano, en lugar de quedar con amigos, hacer ejercicio o asistir a un evento al aire libre. Pero sería buena idea pasar la aspiradora y la fregona con regularidad. Entrar y salir muchas veces al día significa que se acumula más suciedad, las mascotas sueltan tanto pelo como de costumbre (o incluso más) y los ácaros del polvo también se multiplican en estas condiciones.

Exagerar con las renovaciones y los proyectos

Durante la primavera, el verano y el otoño, muchas personas se mudan de casa o emprenden proyectos de renovación o restauración que les apasionan. Los meses más cálidos son ideales para estas actividades, ya que muchos proyectos pueden realizarse al aire libre o con las ventanas abiertas para maximizar la ventilación y minimizar la exposición a sustancias químicas nocivas . Sin embargo, asumir demasiadas responsabilidades podría perjudicar la calidad del aire interior, y los proyectos mal planificados también traen más dolores de cabeza que alegrías. Concéntrese en un proyecto a la vez, tenga en cuenta el pronóstico del tiempo en su planificación y compre los productos menos dañinos posibles.

Dejar el aire acondicionado encendido continuamente

Si vive en una región cálida, las temperaturas altas constantes son preocupantes y pueden provocar agotamiento por calor o insolación, pero dejar el aire acondicionado encendido constantemente también es problemático. Esto se debe a que, al estar encendido, las ventanas permanecen cerradas y los contaminantes de los productos cotidianos y los materiales de construcción, así como los del exterior, quedan atrapados en el interior, acumulándose hasta niveles insalubres. Es mucho mejor usar el aire acondicionado durante las horas más calurosas del día y abrir las ventanas por la noche para una óptima circulación del aire .

Uso de pesticidas para combatir insectos

Las temperaturas más cálidas implican más insectos —una queja común durante el verano— y les gusta encontrar su camino a los interiores durante el otoño. Mosquitos, moscas, arañas, hormigas y demás harán su aparición, lo queramos o no. Pero rociar pesticidas no es buena idea, ya que estos productos químicos no solo son dañinos para los insectos, sino también para los humanos, y en particular para los niños. Usar mosquiteros en las ventanas y puertas de los patios ayuda a mantener alejados a los insectos. El ácido bórico puede ayudar a combatir las hormigas en el hogar y es mucho más seguro que los pesticidas químicos.
Prueba repelentes naturales de insectos con citronela y aceites esenciales de lavanda, tomillo y menta para mantenerlos alejados. Ciertas plantas alrededor de las puertas y la terraza también pueden ayudar: por ejemplo, albahaca, melisa, limoncillo, lavanda, romero y caléndula.